Los problemas en una escasa documentacion de proyecto
Uno de los principales problemas que tienen las ejecuciones de las obras de arquitectura, que se realizan últimamente, es la ausencia de una documentación correcta y completa de parte del autor del proyecto. Si bien parecería que esta situación es sólo culpa de uno de los actores, cada uno de ellos tiene su parte de responsabilidad:A - El proyectista
Los Profesionales se ven obligados percibir cada vez menores honorarios a causa de una despiadada competencia desleal que adolece de no tener el mismo parámetro de comparación entre lo que ofrece un profesional y otro, y por lo tanto sus trabajos difieren, ya que los estudios y análisis llegarán hasta donde han calculado sus costos, dejando para la etapa de obra, la documentación faltante. Por ello es común encontrar en los pliegos de licitaciones, que finalmente la responsabilidad de los detalles constructivos y demás estudios, es una obligación de la empresa constructora, condición que muchas veces es difícil de cumplir por la velocidad de la obra, con lo cual el profesional intenta desligarse de la responsabilidad de diseñar y estudiar la obra hasta el mínimo detalle, y de esta forma, comienza una batalla donde el profesional trata de demostrar que el constructor es un ser conflictivo y culpable de todas las fallas que suelen aparecer en el desarrollo de la obra y el constructor en su intento de desligarse también de los problemas que van surgiendo esgrime la misma estrategia, para justificar todos los motivos que lo llevan a pedir adicionales, cuando la única verdad es la ausencia de una documentación clara y completa, que debiera haber sido parte del pliego licitatorio, para que el empresario hubiera podido realizar un estudio económico correcto que luego no fuera motivo de una serie de reclamos por un análisis equivocado.
B - El comitente
En su exigencia por lograr los menores gastos posibles intenta pagar los menores honorarios posibles, creyendo que el gasto de esta etapa no es tan necesario, cuando precisamente es todo lo contrario, pues de la exactitud del estudio y de los planos saldrá el presupuesto más justo, ya que el empresario no tendrá dudas y por lo tanto no incluirá costos por posibles imprevistos. Esta exigencia de obtener menores erogaciones, el Comitente la tendrá para que el monto de la obra también sea el menor posible, sin darse cuenta que comienza a poner en riesgo el verdadero fin que es una obra de calidad y tiempo.
C - El constructor
Muchas veces, a pesar de contar con una documentación escasa, casi sin información (existen planos donde sólo existe gráfica, pero nada de información), termina presupuestando algo que de por sí, a sabiendas conoce que tendrá montones de sorpresas e imprevistos y que con ellos podrá resarcirse de los bajos costos con que tomó la obra. Sucitándose luego una serie de conflictos con el Comitente que no quiere pagar, y que sostiene que para eso contrató un profesional y que si se equivocó u omitió información debiera hacerse cargo de sus errores, sin conocer ciertamente que el primer error que se cometió es exigir tanto en lograr los menores honorarios posibles que ha puesto en riesgo la concreción de la obra.
Lamentablemente esto sucede porque nadie conoce claramente en qué consiste un proyecto con una documentación de obra completa o casi completa, ni siquiera lo expresa claramente nuestro bendito Decreto Ley 7887/55, el cual dice:
"Art. 46° - Se entiende por PROYECTO el conjunto de elementos gráficos y escritos que definen con precisión el carácter y finalidad de la obra y permiten ejecutarla bajo la Dirección de un profesional. Comprende:
1. Planos Generales (¿?), a escala conveniente (¿cuál es una escala conveniente, 1:100, 1:200, 1:2000...?), de plantas, elevaciones principales y cortes, acotados y señalados con los símbolos convencionales, de modo que puedan ser tomados como básicos para la ejecución de los planos de estructuras y de instalaciones.
2. Planos de construcciones y de detalles (¿cuántos, cuáles, qué escala...?).
3. Planos de instalaciones y de estructuras con sus especificaciones y planillas correspondientes (¿cuáles, cuántas...?).
4. Presupuesto, pliego de condiciones, llamado a licitación y estudio de propuestas (¿cuál es la oferta más conveniente?).
Resulta sumamente difícil con estas especificaciones poder saber ciertamente cual es la documentación necesaria para ejecutar la obra y más bien queda librado a la responsabilidad del profesional, a su ética y honestidad en cumplir con el cometido. Además deja totalmente desprotegido al Comitente que no sabe absolutamente nada del tema, pero que comienza a comprender cuando los errores se suceden uno detrás de otro, y las discusiones por trabajos adicionales van en aumento.
Sería bueno saber como fallaron jueces que hayan intervenido en conflictos de este tipo, para conocer qué interpretaron por proyecto y documentación, porque con los elementos existentes la subjetividad debe haber sido importante.
Los Colegios y Consejos Profesionales de Arquitectura debieran discutir esta cuestión y emitir un documento que realmente indique cual es el parámetro de comparación que no sólo servirá para el Comitente, sino también para los profesionales que en muchos casos creen que en 4 ó 5 planos han cumplido su tarea.
Además, aclarar este tema será importante para saber cuál es el costo de un proyecto y poderlo justificar ante el cliente que muchas veces cree que abusamos en nuestras pretensiones económicas.
Por arq. Roberto J. Rimoldi
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