Casa Erika
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Al enfrentarnos con la hoja en blanco nos encontrábamos con un solar rectangular en esquina, con uno de sus lados mas alargados en dirección sur y hacia afuera del terreno. Al conocer el lugar vimos que ese lado era la visual más agradable, ya que los espacios de uso común que proponen muchas veces las urbanizaciones privadas son las que se dotan de mejor forestación.

El encargo tenía como premisa una casa de planta baja para vivirla de adentro hacia afuera, sumando la utilización de materiales naturales y cálidos para crear una arquitectura pura, con un equilibrio justo entre lo transparente y lo opaco.

La vivienda se implanta en el terreno en forma de L, como resultado de una yuxtaposición de volúmenes y planos, que definen una esquina “hueca”, la cual funciona como ingreso peatonal y principal de la casa.

Se diferencio al espacio que contiene el eje de circulación del área privada orientado al sur, a través del despegue del plano de piso para dar la sensación de estar flotando sobre el verde. Esta fachada se compone de un plano independiente, revestido en piedra pizarra y montado sobre columnas metálicas que se separa del piso generando una raja transparente y permite bañar al pasillo de luz natural.